La salud de la gallina

 

Si las gallinas están sanos, los humanos son felices. Pero para mantener a los pollos sanos, es indispensable un poco de conocimiento anatómico, conocimiento de su comportamiento normal y de las enfermedades comunes, así como conocimiento de algunos factores de bienestar de los pollos.

 

Comportamiento normal de las gallinas

El comportamiento normal de los pollos incluye, por un lado, el cacareo, que sirve como característica de comunicación muy versátil. Por otra parte, el canto del gallo, que marca su territorio de esta manera acústica.

 

 

Escarbar también forma parte del comportamiento normal de los pollos, ya que sirve para encontrar comida. En su hábitat natural, los pollos se alimentan principalmente de granos y hierba, pero también hay insectos, gusanos y caracoles en el menú, y se afanan en buscarlos. Tan normal como necesaria es la ingestión de piedras, que ayudan a la molleja a descomponer los alimentos. Por lo tanto, incluso en cautividad, se debe proporcionar el suministro necesario de gastrolitos. Además, debe ofrecerse a las gallinas cal de cáscara o arena de cáscara para proporcionarles la cal necesaria para la producción de huevos. La gravilla no debe mezclarse con el pienso de los pollos, sino que debe ofrecerse a los pollos por separado.

Asimismo, deben proporcionarse suficientes oportunidades de rascarse para excluir los comportamientos sociales perturbados y los problemas resultantes. El picoteo de las plumas o incluso el canibalismo pueden evitarse manteniendo a los pollos de forma adecuada a su especie. Sin embargo, para los pollos es completamente “normal” el proverbial orden de picoteo, una regulación biológica y de comportamiento para determinar el orden de precedencia. Por lo tanto, no son infrecuentes las peleas por el espacio de percha y la comida, pero pueden mantenerse dentro de unos límites mediante un equipamiento de alojamiento adecuado (perchas a la misma altura).

Problemas sanitarios en las gallinas

Los estudiosos discuten hasta hoy sobre la edad que pueden alcanzar los pollos. En los libros de referencia, a menudo se puede leer sobre pollos de hasta 50 años. Sin embargo, para los pollos domésticos, la edad “común” es de 5 a 9 años. Dependiendo de cómo se mantengan y del rendimiento de colocación que tengan que alcanzar. Por lo tanto, es completamente normal y no es motivo de preocupación que el rendimiento de la puesta disminuya notablemente a partir de los dos años de edad. Al fin y al cabo, para entonces el pollo ya es un “veterano”.

Sin embargo, la edad no es, ni mucho menos, lo que causa tantos problemas a la gallina. Las enfermedades y los parásitos también pueden convertirse en un problema tanto para los pollos individuales como para toda la manada. Esto se puede prevenir manteniendo a los pollos de forma adecuada a su especie, con una higiene adecuada del gallinero y con una vacunación completa.