Patas calcáreas en gallinas

Los parásitos son, por desgracia, un problema muy extendido en la avicultura, del que sólo unos pocos avicultores, o más bien sus gallinas, se libran. Pero, ¿qué tienen que ver las piernas calcáreas con los parásitos? El nombre de “pata de cal” se debe a la aparición de esta “enfermedad”, ya que las patas de las gallinas parecen entonces cubiertas por una capa de cal. Sin embargo, las patas calcáreas tienen muy poco que ver con la cal real.

pata calcárea gallina

Parásitos en los pies

Los pequeños ácaros excavadores (de 0,2 a 0,5 milímetros de longitud) son los responsables de las llamadas patas de tiza. Acechan a las gallinas y, cuando éstas están tranquilamente sentadas en los gallineros, se sientan en sus patas. A partir de aquí, los diminutos ácaros excavan pequeños túneles debajo de las patas escamosas de la gallina, haciendo que las escamas se aflojen y se levanten. La inflamación de la piel ya no está lejos. Las pequeñas cantidades de suero sanguíneo que se segregan durante la inflamación, combinadas con las escamas de la piel, hacen que se formen crecimientos, acompañados de una corteza de color amarillo grisáceo. Los muslos de gallina tienen ahora el aspecto de estar cubiertos por una gruesa capa de cal, las llamadas patas de cal. Así que, ¡las piernas de cal son sarna provocada por los ácaros sarcoptes!

 

El desencadenante de las piernas calcáreas: el ácaro de la tumba

El ácaro de la tumba (sarcoptes) pertenece, como su nombre indica, a los ácaros, que a su vez forman un subgénero de los arácnidos. Una referencia importante, por cierto, si se trata de su lucha contra las patas de cal, ya que con los medios convencionales contra las alimañas no se pueden mover en la piel. Los machos, por cierto, son menos problemáticos cuando se trata de causar piernas calcáreas.

Se limitan a aparearse en la superficie de la piel y mueren después, mientras que las hembras de los ácaros excavadores utilizan sus fuertes piezas bucales para crear túneles en la epidermis donde depositan sus huevos. Ellas mismas viven allí “sólo” de tres a seis semanas y ponen hasta 50 huevos por hembra durante este tiempo. La cría, por cierto, también se desarrolla con bastante rapidez hasta alcanzar la madurez sexual. El ácaro de la madriguera tarda sólo de 12 a 21 días en salir del huevo. Hay que tenerlo en cuenta si se quiere acabar con los parásitos, porque un solo tratamiento de las patas de la cal no es ni mucho menos suficiente a la vista de esta evolución.

Por cierto, la cría también se desarrolla con bastante rapidez hasta la madurez sexual. El ácaro de la madriguera tarda entre 12 y 21 días en salir del huevo. Debes tener esto en cuenta si quieres deshacerte de los parásitos, porque un solo tratamiento de las patas de cal no es suficiente, ni mucho menos, en vista de esta evolución.

Los ácaros pueden detectarse sin duda alguna, ya sea directamente mediante un raspado de la piel o indirectamente mediante un análisis de sangre. Aquí se miden los anticuerpos específicos de sarcoptes en el suero, sin embargo, para que los anticuerpos lleguen a ser medibles en absoluto, deben transcurrir al menos 2, mejor 4 semanas. Una época, en la que ciertamente las patas de cal ya llevaron a un conocimiento asegurado y se introdujeron las contramedidas adecuadas.

Ayuda a las patas calcáreas

Dado que los ácaros sarcoptes son bastante capaces de sobrevivir durante algún tiempo fuera del animal huésped en circunstancias favorables, es esencial la limpieza ambiental (desinfección) y el tratamiento de todos los animales en contacto.

ácaros en gallinas

Para las gallinas infestadas, existen numerosos antiparasitarios que prometen una ayuda eficaz. Sin embargo, debido a las diferentes etapas de desarrollo de los ácaros, un solo tratamiento con estos agentes no es en absoluto suficiente.

Remedios caseros contra las piernas calcáreas

Además de los remedios y pomadas “comunes” del veterinario, también existen antiguos remedios caseros para el tratamiento de las patas calcáreas. Para ello, primero hay que ablandar las escamas incrustadas con glicerina o jabón suave, lo que facilita su raspado (y su eliminación lejana) con el tiempo.

Una vez eliminadas las escamas con éxito, se pueden frotar las patas con petróleo, una solución de sosa al 5%, parafina o aceite de ballistol. Para ahuyentar a los animales problemáticos, el tratamiento debe repetirse semanalmente hasta que todas las poblaciones hayan sido eliminadas con seguridad.

También se puede realizar una desinfección a fondo del establo, recubriendo las perchas con aceite de ensalada y encalando el establo como medida preventiva útil.