Los pequeños dolores aparecen de vez en cuando en la cría de gallinas y, por lo general, se pueden controlar bastante bien. Muchas de estas dolencias comunes de las gallinas pueden prevenirse con antelación, mientras que otras no pueden evitarse ni siquiera con la mejor prevención. No obstante, una buena higiene del gallinero y una alimentación óptima es la mejor manera de evitar que las enfermedades entren en el gallinero en primer lugar. Este es también el caso de la inflamación del ojo de la gallina, que puede tener muchas causas.
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Inflamación del ojo en la gallina – ¿Qué es?
Una inflamación ocular común en las gallinas es la conjuntivitis, término médico que la designa. Esto puede ser provocado por factores externos como las corrientes de aire o estar relacionado con un virus. Dependiendo de la causa, la inflamación ocular en las gallinas suele manifestarse con una hinchazón del párpado, así como con una secreción entre acuosa y purulenta, que a menudo da lugar a la formación de costras y se adhiere al plumaje circundante.
La cama también se adhiere rápidamente a los ojos inflamados o a sus secreciones y, por tanto, anima a los demás habitantes del gallinero a picotear el ojo enfermo. Esto a menudo da lugar a lesiones adicionales y a veces puede conducir a la pérdida del ojo.
Las infecciones oculares también son muy desagradables para las gallinas, ya que pueden producir picor o ardor muy intensos o provocar una sensación de cuerpo extraño en el ojo. Al rascarse y frotarse, el animal trata de obtener alivio, lo que sólo agrava los síntomas.
Causas de la inflamación del ojo
Las corrientes de aire y la humedad de la cama suelen ser los desencadenantes de la inflamación de los ojos de las gallinas. Una casa sin corrientes de aire y un lecho seco en todo momento es la mejor manera de prevenirlo.
La inflamación ocular también puede producirse como enfermedad concomitante a otras enfermedades sistémicas, como el resfriado común. Suele producirse en la estación más fría y va acompañada de otros síntomas como secreción nasal, traqueteo y estornudos.
Ojo sano de la gallina
Los síntomas de carencia causados por una composición incorrecta de los piensos que no aportan todos los nutrientes también pueden provocar síntomas como la inflamación de los ojos. Si los pollitos, en particular, se mantienen permanentemente en el establo, estos síntomas de carencia se hacen notar, especialmente debido a la falta de vitamina A. En estos casos, la suplementación con vitamina A puede suponer un alivio.
Por ejemplo, la suplementación con alimentos ricos en vitamina A (zanahorias, forraje verde, aceite de hígado de bacalao) proporciona un alivio rápido. Cuando se da el caso de una inflamación ocular, también hay que diferenciar si se trata de una conjuntivitis “inofensiva” o si hay una lesión en los párpados, una enfermedad de la membrana nictitante, tumores, quistes o una sinusitis. Para el profano, esta distinción suele ser difícil y, si los síntomas no remiten en unos días, debe ser examinado por un especialista para poder iniciar un tratamiento específico.
Tratamiento de la inflamación de los ojos en las gallinas
Las medidas de primeros auxilios por parte del cuidador de gallinas son muy posibles en caso de inflamación de los ojos. Si los síntomas no mejoran al cabo de unos días, debe consultarse en cualquier caso a un especialista. El tratamiento de las infecciones oculares graves está en manos de los profesionales de la medicina, es decir, del veterinario.
Una primera medida eficaz para las infecciones oculares es separar a la gallina enferma para protegerla de los ataques de picoteo de otras gallina y para proteger al resto de la manada de una posible infección. El objetivo principal del tratamiento es eliminar las secreciones para evitar más lesiones en el tejido circundante. El desprendimiento de las incrustaciones con un bastoncillo de algodón húmedo o una bola de algodón empapada en agua clara ha demostrado ser eficaz.
Es necesario dar toques y remojar hasta que las incrustaciones ya existentes se disuelvan por sí solas. Debe evitarse frotar para no propagar aún más los posibles gérmenes y transportarlos más profundamente al ojo. Para la posterior aplicación de toques en la región afectada, una infusión hecha de eufrasia o el uso de plata colodial para los toques pueden hacer un buen servicio. En cambio, debe evitarse la manzanilla en el ojo. La manzanilla tiene un fuerte efecto astringente y a veces seca el tejido hasta tal punto que se consigue un efecto contraproducente.