La luz del día no es sólo una cuestión de rutina en la cría de gallinas, sino que también es vital para los animales. Por lo tanto, es necesario diseñar el gallinero en función de las necesidades de las gallinas, ya que no siempre es posible correr al aire libre todo el día. A veces el clima obliga a las gallinas a permanecer en el interior, a veces la ley obliga a mantenerlos en el interior.
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Luz en el gallinero
Cualquiera que esté a punto de construir o remodelar un edificio existente para criar gallinas en su propio patio trasero hace bien en prestar suficiente atención a la palabra clave de la luz. Por un lado, es difícil trabajar en un gallinero oscuro, incluso como ser humano, y el cuidado diario se convierte en una caminata nocturna. Por otro lado, la luz es esencial para las gallinas, como para todos los seres vivos.
Ahora bien, si supones que las gallinas reciben suficiente luz durante su estancia diaria en libertad, estás muy equivocado. Siempre hay situaciones que hacen necesario el alojamiento forzoso. Si no hay una ventana para la luz del día ni una lámpara para la luz artificial en el gallinero, el propietario se enfrenta a un problema. La salud de los animales depende de la luz. No sólo la producción de vitaminas importantes, como la vitamina D, depende de la luz del día, sino que el rendimiento de la puesta de las gallinas también depende en gran medida de la intensidad de la luz.
Por otro lado, un exceso de luz tampoco es beneficioso para la salud, y un exceso de luz conduce rápidamente a otros problemas, como el picoteo de las plumas. Por lo tanto, la proporción de luz adecuada se adapta de forma ideal al biorritmo de la gallina y, al mismo tiempo, a la estación correspondiente.
Fuentes de luz natural en el gallinero
Además de las ventanas o puertas acristaladas, las fuentes de luz natural en el gallinero pueden ser también paneles translúcidos en el techo o en la pared del gallinero. Una solución atractiva es un pequeño invernadero delante del propio gallinero, que siempre está inundado de luz y permite a las gallinas retirarse de la luz solar demasiado intensa gracias a la conexión directa con el gallinero.
En general, las ventanas deben colocarse de manera que entre suficiente luz en el gallinero, pero que éste no se caliente demasiado, sobre todo en verano, cuando el sol es intenso. Lo ideal es que las ventanas se sitúen entre el este y el sur. La superficie de las ventanas no debe superar un tercio de la superficie del suelo de la casa y, si es posible, debe terminar al menos a 40 cm del suelo.
Iluminación artificial
La ventaja de la luz natural en el gallinero no puede ser superada por la luz artificial. Esto se debe a que no es gratuito ni óptimo, pero es necesario en todo gallinero. Facilita el trabajo en el gallinero, quién quiere andar a tientas en la oscuridad cuando se limpia el gallinero o se da de comer a las gallinas, ayuda a la comprobación nocturna para ver si todas las gallinas han encontrado el camino a su percha, y puede tener un efecto positivo en el rendimiento de la puesta en invierno.
Estimular el rendimiento de la puesta con luz artificial
Muchos expertos consideran que 14 horas de luz (artificial y natural) al día es lo ideal para un rendimiento óptimo de la puesta. Sin embargo, especialmente en invierno, esto falla debido a la naturaleza, porque el sol se pone demasiado rápido y no vuelve a salir tan rápido. Si valora un rendimiento de puesta constante incluso durante la temporada de oscuridad, puede ampliar el periodo de luz diurna con iluminación artificial en el gallinero.
La solución más “respetuosa con los animales” es la iluminación matinal que simula un amanecer más temprano. Si la luz del día se prolonga hasta la oscuridad por la tarde, las gallinas se encuentran bruscamente a oscuras después de apagar las luces y no tienen la oportunidad de tomar sus dormideros en paz. Si quieres interferir lo menos posible con la naturaleza y los biorritmos de tus gallinas y te conformas con unos pocos huevos menos (si es que hay alguno) al día, deja que las gallinas decidan por sí mismas sus horas de sueño.
Las recomendaciones sobre la intensidad de la luz y la colocación de la iluminación proporcionan 3 vatios de potencia por metro cuadrado de superficie del gallinero. La mejor manera de conseguirlo es con tubos fluorescentes, que además ahorran energía. Se montan a una altura de unos 2 metros. Sin embargo, no deben colgar a menos de 1,5 metros, ya que de lo contrario las gallinas abusarán de ellas como perchas.