Los pollos tienen una verdadera herramienta polivalente en forma de pico. Debido a su dureza y a su peculiar forma, se podría suponer que es simplemente un órgano menos sensible. Sin embargo, ocurre exactamente lo contrario.
El pico está atravesado por una densa red de nervios que terminan en corpúsculos táctiles. Esto permite al pollo percibir el tamaño, la forma, la textura de la superficie y la dureza de los posibles alimentos; tiene su “sentido del tacto” guardado en otra parte, por así decirlo. El pico también responde a los estímulos mecánicos y al dolor, e incluso se puede percibir la temperatura con él.
Pero eso no es todo. Al beber, por ejemplo, sirve como cucharón. El pollo mete el pico en el agua, luego salta y pone la cabeza en la nuca. El agua baja por la garganta.
El pico también sirve para limpiar, ordenar y engrasar el plumaje. Incluso las plumas sueltas se toman en el pico y se deslizan longitudinalmente a través de él.
El pico también es muy útil cuando se trata de defender el rango, porque el orden de picoteo también se regula con la ayuda del pico. Durante la lucha, un pollo puede morder con bastante fuerza.
Sin olvidar, por supuesto, el consumo de alimentos. Esto nos lleva a una cosa que esta herramienta milagrosa es incapaz de lograr: masticar. Sin embargo, esto no es un problema, porque el pollo también tiene una solución para esto, ya que su sistema digestivo consta de varios estómagos. El alimento ingerido por el pico llega primero al buche, que se encarga de empaparlo. De ahí pasa al estómago glandular, que se encarga de la predigestión. Por último, la molleja hace el resto del trabajo, utilizando pequeñas piedras para descomponer finalmente el alimento.
Conociendo las capacidades del pico de la gallina, uno puede imaginar la cruel mutilación que supone el proceso conocido como el despique. Inmediatamente después de la eclosión, se utiliza un cuchillo de gota caliente para retirar la punta del pico de los polluelos, y con ella el llamado “órgano de la punta del pico”, en el que se encuentra el 80% de todas las terminaciones nerviosas de la parte superior del pico. Se supone que esto evita que los animales se ensangrenten en un espacio demasiado pequeño en las granjas industriales. Aunque este procedimiento está realmente prohibido, no se observa en la práctica.